El sumergible turístico que exploraba los restos del Titanic sufrió un accidente fatal que acabó con la vida de sus cinco ocupantes.

El pasado 18 de junio, el submarino titan, operado por la empresa OceanGate Inc., desapareció en el mar de Labrador, a unos 700 kilómetros de la costa de Terranova. El sumergible, diseñado para transportar a cinco personas, realizaba una expedición para ver el pecio del Titanic, el famoso transatlántico que se hundió en 1912 tras chocar con un iceberg.

Tras cuatro días de intensa búsqueda, las autoridades confirmaron el peor escenario: el submarino se había hundido a más de 3.800 metros de profundidad tras sufrir una «implosión catastrófica» debido a la presión del agua. Los restos del sumergible fueron localizados cerca de los del Titanic por dos vehículos robotizados que se desplegaron en el fondo marino.

Los cinco ocupantes del submarino eran dos pilotos y tres turistas que habían pagado 125.000 dólares cada uno por participar en la aventura submarina. Según los expertos, su muerte fue instantánea por aplastamiento. No hubo tiempo para enviar ninguna señal de socorro ni para activar ningún sistema de emergencia.

El submarino titan era un sumergible experimental fabricado con fibra de carbono y titanio, capaz de resistir altas presiones y temperaturas. Según OceanGate, contaba con un sistema de monitorización en tiempo real que analizaba la presión y la integridad del casco. Sin embargo, algunas voces habían cuestionado la seguridad del sumergible y habían advertido de los riesgos de explorar el Titanic.

El incidente del submarino titan ha sido el más grave ocurrido en una expedición al Titanic desde que se descubrió su ubicación en 1985. El Titanic es considerado un lugar histórico y protegido por varios tratados internacionales que regulan su acceso y conservación. OceanGate tenía permiso para realizar varias inmersiones al año con fines científicos y educativos.