Duelo doble en el rock español: Jorge Martínez y Robe Iniesta se despiden


Robe Iniesta: el poeta del rock que marcó una generación
Robe Iniesta murió en la madrugada del 10 de diciembre de 2025, a los 63 años, según confirmó su agencia de comunicación.
En el comunicado oficial se refirieron a él como “el último gran filósofo, humanista y literato contemporáneo de lengua hispana”, y lamentaron que se haya ido “el maestro de maestros”.
Nacido en Plasencia (Cáceres) en mayo de 1962, Robe fundó Extremoduro en 1987. Con ellos redefinió el rock español desde los márgenes, desde lo callejero, lo visceral, lo sincero.
Sus letras —mezcla de crudeza, poesía, dolor, sensibilidad, rebeldía— conectaron con varias generaciones: muchos veían en él un portavoz de desamparos, pasiones, contradicciones humanas.
Su retirada de los escenarios comenzó en noviembre de 2024, cuando canceló los conciertos restantes de su gira “Ni santos ni inocentes” tras ser diagnosticado de un tromboembolismo pulmonar.
Aunque no se ha aclarado públicamente la causa exacta del fallecimiento, la despedida ha generado un enorme impacto.
Robe no era solo un músico: muchos lo veían como poeta, ensayista emocional, un cronista de las penurias y anhelos de la España de barrio, de la periferia, de los olvidados. Su legado trasciende los riffs: su voz — áspera, profunda — marcó emocional e identitariamente a quienes crecieron escuchando sus canciones.
Jorge Martínez: el rebelde al borde del punk-rock
Jorge Martínez falleció el martes 9 de diciembre de 2025, a los 70 años, en el Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA) en Oviedo.
Llevaba semanas ingresado debido a un cáncer de páncreas, un diagnóstico que había compartido públicamente en septiembre de este año, momento en que canceló todos los conciertos que tenía programados.
Fue el fundador, voz, guitarra y alma de Ilegales, banda clave del punk-rock español desde los años 80 hasta hoy.
Su banda se expresó con gran pesar: su marcha marca “el fin de una era”. Instituciones como la SGAE lo recuerdan como “uno de los letristas más ácidos y personales del rock español y latinoamericano”.
Jorge Martínez deja un legado de más de 40 años de música irreverente, directa, incómoda, llena de crítica social, honestidad y una actitud desafiante frente al poder. Su voz era una de las pocas que se mantenían crudas, auténticas, sin filtros. Muchos lo recuerdan como “el último francotirador del punk español”.
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Reacciones, despedidas y un país de luto
En pocas horas tras la noticia, el mundo de la música, la cultura y los fans reaccionaron con sorpresa, dolor y numerosas muestras de cariño.
Colectivos, músicos, periodistas, instituciones culturales y aficionados coincidieron en definir estas pérdidas como “golpes irreparables” para el rock español.
En el caso de Robe, su agencia anunció que en los próximos días se dará a conocer lugar y hora del homenaje en su ciudad natal, Plasencia.
Para los seguidores, estas muertes representan el cierre de ciclos, el fin de eras: dos generaciones distintas, dos estilos diferentes, pero un sentimiento compartido — el rock como confesión, como refugio, como grito.
Entre los comentarios recogidos en foros y redes:
“Su música era la banda sonora de mi vida y la de muchos otros… Ahora solo queda darle al play y recordarle a gritos.” “Una gran pérdida… Que descanse en paz.”
Para muchos, la desaparición de figuras así deja un vacío difícil de llenar. No solo por lo artístico: por la autenticidad, la valentía, la voz — a veces incómoda, contestataria — de quienes consiguieron que la música fuera algo más que entretenimiento.



