Agentes de la Policía Nacional han detenido en Madrid a un peligroso depredador sexual infantil de 31 años que, presuntamente, utilizaba su condición de docente en un centro educativo de la capital para abusar de los menores. Han sido identificadas 36 víctimas, todas ellas de edades comprendidas entre los 4 y los 8 años, ha informado la Jefatura Superior de la Policía de Madrid en una nota de prensa.
Después de más de un año de investigaciones, los agentes han logrado arrestar a este hombre de nacionalidad inglesa, que también ejercía ocasionalmente de cuidador de niños a domicilio y que consiguió el trabajo de docente porque falsificó el documento que acredita la carencia de antecedentes de delitos sexuales que sí tenía en su país, según un comunicado de la Policía Nacional.
Fuentes policiales han detallado a Efe que la detención de este hombre se practicó en junio del pasado año, pero se ha hecho pública diez meses después una vez que los investigadores de la Unidad Central de Ciberdelincuencia de la Policía han concluido el análisis del material incautado.
Imágenes captadas por su móvil.
Una vez determinado el centro, los agentes analizaron todo el personal que allí trabajaba ya que desconocían el cargo que el presunto autor pudiera poseer. En paralelo, también se descubrió que las imágenes habían sido tomadas con un terminal telefónico que contaba con un sistema operativo inglés.
A falta de encontrar un nexo de unión entre el centro educativo, el personal del mismo y el sistema operativo del teléfono móvil, los investigadores analizaron escrupulosamente las fotografías que no pertenecían al escenario educativo ya localizado. Para ello, los agentes estudiaron numerosas ubicaciones a través del análisis de planimetrías, catastros y comparación de imágenes por satélite, entre otras técnicas.
La suposición de que el autor fuera un docente era lo más probable debido a la enorme cantidad de material producido utilizando diferentes menores. Este volumen de víctimas únicamente se podría explicar si el autor tuviera esta condición, la cual, sin lugar a dudas, era aprovechada para acceder a los niños.
No obstante, en una primera indagación, ninguno de los potenciales autores tenía antecedentes judiciales ni policiales por hechos semejantes. Esta circunstancia provocó que se profundizará en el estudio de la filiación de todos ellos por una posible falsificación dolosa de los datos por parte del verdadero autor.
Cambió su filiación.
Finalmente, los policías lograron individualizar en un profesor de nacionalidad inglesa, el cual había cambiado su filiación tal y como se sospechaba, y al que le constaban antecedentes en Reino Unido por hechos de idéntica naturaleza a los investigados. Concretamente, había sido condenado en su país de origen a una pena de dos años de prisión por posesión de imágenes de explotación sexual infantil, además de una sanción económica como indemnización por daños y perjuicios.
Los expertos tuvieron que emplear complejas técnicas de tratamiento de la imagen para conseguir, inicialmente, parte de la filiación de tres de las menores que aparecían en algunas imágenes y vídeos.
En este estado de la investigación se localizó el domicilio del sospechoso y, de forma urgente, se solicitó la preceptiva autorización judicial para llevar a cabo el pertinente registro.
La práctica del registro resultó extremadamente compleja desde un punto de vista técnico, ya que el detenido utilizaba diferentes anonimizadores y técnicas de encriptación y ocultación que impedían el acceso al contenido alojado en los dispositivos hallados en su domicilio.
Almacenaba gran cantidad material pedófilo en 10 dispositivos.
Durante el registro, los agentes también localizaron varios documentos falsificados, los cuales fueron empleados por el detenido para entrar en España y para conseguir empleo como docente simulando tener un nombre diferente al verdadero y pasando desapercibido ante las autoridades.
En España es requisito imprescindible, siempre que se tenga contacto habitual con menores, presentar un certificado que permita acreditar la carencia o existencia de delitos de naturaleza sexual en la fecha en que son expedidos.
Este certificado, igualmente falsificado, se halló en el domicilio del detenido, así como los instrumentos necesarios para llevar a cabo la simulación de los diversos documentos.
Han sido incautados diez efectos informáticos que, tras un dilatado y minucioso proceso de análisis forense, permitió extraer un gran volumen de material.
Tras el análisis fueron identificadas 36 víctimas de edades comprendidas entre los 4 y los 8 años de edad.
Después de el analisis del material intervenido, se ha podido acreditar la comisión de presuntos delitos de abuso sexual a menores y descubrimiento y revelación de secretos.